Un festival futbolístico mundial, donde entre el crisol cultural se deciden los legados. Las narrativas se modifican. Y en 2022, una historia se robó todos los titulares. La de un hombre, una nación y una oportunidad para que Lionel Messi cambie la historia del fútbol para siempre. Si bien Doha puede haber parecido el centro de la acción, enviamos a Eli Mengem a 14.000 kilómetros en dirección opuesta a Argentina, para ser testigo de una nación que experimenta algo que roza lo espiritual. En un contexto de desorden político, agitación económica y 36 años de angustia por la Copa Mundial. Una nación se aferró a su mayor punto de pasión y orgullo como un faro de esperanza. El nombre más importante del fútbol. En el partido más importante de su historia.